Existe un lugar en Inglaterra que, consciente de la importancia de ingerir frutas y verduras y el consumo local, se convirtieron en la primer eco-aldea del mundo. Se trata de una iniciativa de agricultura urbana comunitaria y sustentable sin precedentes.

Parece de cuentos, pero el pueblo en cuestión existe y se llama Todmorden. Ubicado en las afueras de Manchester, se plantan verduras, hierbas y árboles frutales en más de 70 espacios públicos, para que vecinos y turistas se abastezcan a voluntad. Una innovadora experiencia de agricultura urbana comunitaria y sustentable.

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Con solo 15 mil habitantes fue durante décadas un pueblo más de la campiña británica. Hasta que en los últimos años se convirtió en escenario del proyecto que le dio fama mundial: Incredible Edible (algo así como “increíble comestible”), una experiencia inédita de producción agrícola colectiva que consiste en sembrar en espacios públicos desde vegetales y frutas hasta hierbas medicinales, disponibles para que cualquiera se sirva de ellos a su gusto.

Los cultivos son cuidados por una red de 280 voluntarios: cada uno dedica dos mañanas al mes a esta tarea. Así, la comunidad no sólo se autoabastece durante todo el año, sino que el excedente se comparte en la “gran fiesta anual de la cosecha”, que alguna vez tuvo al mismísimo príncipe Carlos como invitado de honor. Al salir de la estación de trenes, un mapa muestra al visitante la ubicación de las respectivas plantaciones y, bajo la consigna “Help yourself!” (sírvase usted mismo), lo invita a probarlas.

Para conocer más sobre esta original movida, hacé clic acá o mirá el siguiente video (en inglés):