A partir del Día de la Bandera y durante diez días, llega La Patriada Esnaola, una experiencia gastronómica y emocional en la que 13 restaurantes de la Ciudad de Buenos Aires presentarán combinaciones sorprendentes -dulces y saladas- de un símbolo nacional: el dúo membrillo y batata.

Esta edición de La Patriada Esnaola se enmarca en un proyecto mayor, que incluirá nuevos productos, recetas colaborativas y ediciones especiales junto a chefs de todo el país.

Con el lema “un clásico no se discute, se reinventa”, la histórica marca argentina propone celebrar las fechas patrias con una vuelta de tuerca: sin solemnidad, con libertad y con mucho sabor.

Con este concepto y eje conductor, cada local ofrecerá una o más creaciones exclusivas, desde pastafrolas y pastelitos con twist hasta empanadas, tartines, macarons o reinterpretaciones gourmet del vigilante.

“La Patriada Esnaola nace como un acto de amor a nuestras costumbres, y como una forma de darles un lugar en la mesa de hoy. Creemos que el legado no está reñido con la innovación, al contrario: se potencia”, dice Paulina Vombergar, directora comercial de Esnaola.

La campaña forma parte de una propuesta más amplia, que busca crear un lazo entre generaciones a través del gusto. Con más de 60 años de historia familiar, Esnaola elige evolucionar sin perder su identidad: la calidad de siempre, pero en formatos que dialogan con los tiempos actuales.

“El sabor es un puente. Muchos crecimos con Esnaola en la mesa de nuestros abuelos; hoy queremos que ese dulce vuelva con fuerza, pero desde el deseo, lo gourmet y la exploración”, concluyó.