La espirulina (o spirulina) es una alga unicelular que tiene forma de espiral, y es de color azul verdoso por la presencia de clorofila que le da el color verde y de ficocianina, pigmento que le da el color azulado.
El consumo de esta alga como suplemento dietario no es nuevo, existen evidencias de que las civilizaciones mayas y aztecas la consumían. Es que este superalimento ofrece proteínas más digeribles que las de la carne vacuna y contiene una amplia variedad de elementos nutritivos: vitaminas, macrominerales, minerales, ácidos grasos esenciales, proteínas, ácidos nucleicos (ADN y ARN), clorofila, y una amplia gama de fitoquímicos.
Millones de personas alrededor del mundo utilizan la spirulina como un complemento alimenticio en su dieta siguiendo las recomendaciones de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). La ONU, a través del Instituto Intergubernamental para el Uso de las Microalgas Spirulina contra la Malnutrición, recomienda el consumo de microalgas como la spirulina contra la malnutrición aguda en situaciones de emergencia humanitaria, de malnutriciones de índole crónico, y para el desarrollo sostenible.
Atletas olímpicos de China y Cuba han estado consumiendo espirulina para mejorar su rendimiento deportivo. En el centro de formación deportiva más grande de China entrenadores han informado de que mejora la recuperación y estimula el sistema inmunológico. También la espirulina ha sido elegida por la NASA para enriquecer la dieta de los astronautas en misiones espaciales.
Además de todos los nutrientes que aporta, la espirulina es un gran aliado a la hora de perder peso, ya que contribuye a la inhibición del apetito. Por otro lado, puede resultar un gran aliado para que los niños en edad escolar que no gustan de frutas ni verduras consuman los nutrientes necesarios.
¿Cómo se consume? Hay varias opciones. Por lo general, en cualquier dietética se vende la espirulina en polvo. Como tiene un sabor amargo, se recomienda tomar una cucharada en un jugo de naranja. Y aunque no hay un horario establecido para su consumo, siempre es mejor por la mañana, ya que el cuerpo humano asimila con mayor facilidad los nutrientes durante las primeras horas del día.