eatertainment

Salir, divertirse, probar nuevos sabores y compartirlo en redes sociales es la marca de época que se instaló en la Ciudad; la tendencia del «eatertainment» ahora también llega a los mercados y ferias gastronómicas que sumaron nuevas propuestas para acompañar esta tendencia.

La post pandemia trajo aparejado un cambio en los hábitos y preferencias de los consumidores en diversas áreas, y las salidas también se vieron alcanzadas por estas nuevas tendencias de consumo y diversión.

Así surge el eatertainment, una conjunción resultante entre los términos “eat” (comer) y “entertainment” (entretenimiento) para ofrecer así una experiencia que fusiona la gastronomía con el ocio. En este sentido, las generaciones más jóvenes le dan más valor a una salida que genere momentos únicos e instagrameables, que luego puedan ser compartidos en redes.

Un estudio de la plataforma de ticketing Eventbrite asegura que el 80% de las nuevas generaciones prefiere asistir a eventos que los hace más conectados con otras personas. Además el 69% dice que publica fotos o videos en redes sociales de los eventos a los que asiste. Es así cómo, vivir experiencias como salir a comer, participar de festivales, ir a shows, etc, ocupa el podio entre lo más valorado entre el segmento.

Y, como lo explica un informe de la consultora Deloitte, los restaurantes están adaptando sus propuestas para ofrecer experiencias gastronómicas más completas que incluyan otras actividades complementarias.

DE MERCADO DE COMPRA TRADICIONAL A LUGAR DE ENTRETENIMIENTO

Esta tendencia se instaló en la Ciudad de Buenos Aires, y llegó a los mercados para transformar la experiencia así el Mercado de San Telmo o el de Belgrano se reinventaron sumando un enfoque más experiencial. Este cambió también llegó al Mercat Villa Crespo que desde hace un año se posicionó como el punto de encuentro para los amantes de la cultura y gastronomía asiática inaugurando en el primer piso un espacio concebido 100% a lo asiático desde comidas tradicionales como ramen, okonomiyaki, katsusando, yakitori y  bulgogi, hasta un bar de soju, golosinas y snacks asiáticos, mangas, artesanías, merchandising, etc. Todo rodeado de una estética con graffitis, murales y mucho color recreando, un callejón de tabernas como si estuviéramos en el corazón de Tokio. Una parada obligada de instagramers y tiktokers.

“El mercado asiático que armamos tiene propuestas de entretenimiento  todos los fines de semana que van más allá de la comida porque queremos que las personas vivan la cultura asiática en todas sus expresiones. Entonces podés venir y mientras comés algo rico, también podés edisfurtar de un show de tambores orientales, cruzarte con un cosplayer o llevarte una chuchería “kawaii” en el mercado al aire libre”, explica Sergio Asato responsable de responsable de la curaduría y activaciones de Mercat Villa Crespo, que desde esta nueva etapa vieron aumentar su concurrencia en un 80%, pasando de 25.000 a 40.000  visitantes mensuales.

VIVIR EL EATERTAINMENT AL AIRE LIBRE

Los barrios también fueron sumando nuevas propuestas gratuitas acompañando estas tendencias como el caso de Bocha, ubicado en el Campo Argentino de Polo, este espacio combina puestos gastronómicos con un entorno verde, shows de música, inflables para niños y talleres gratuitos para toda la familia, entre otros entretenimientos

Por su parte el Mercat Villa Crespo realiza una vez por mes la Feria Asiática Mercat, una propuesta única que reúne a más de 20 stands a los lardo de la calle Thames, en un evento para experimentar a la cultura asiática desde sus sabores típicos hasta su música, merchandising y objetos, creando un espacio multicultural para pasear, disfrutar y divertirse en la ciudad.

Este domingo 12 de mayo (y todos los segundos domingos del mes), se podrá ser parte de la Feria Asiática Mercat de 11 a 22 hs en Thames 747.

A su vez, la Feria Francesa de Lucullus, un clásico del barrio de Recoleta desde hace más de 10 años, se fue adaptando a la época y junto a los puestos de comida tradicional francesa, en las últimas ediciones, se pudo saborear también a la cultura gala a través de shows de música y otras actividades como clases de cocina y face painting.