La industria olivícola local ha logrado posicionarse en el mundo con un producto de altísima calidad, valorado y demandado por los mercados más exigentes: sobran los motivos para celebrar en este Día Nacional de la Olivicultura.

El próximo 24 de mayo se celebra en la Argentina el Día Nacional de la Olivicultura. La fecha conmemorando ese día en el año 1591, cuando se radicó el primer asentamiento español en la ciudad de Aimogasta (La Rioja). Allí se encuentra un olivo de 400 años que luego fue declarado árbol histórico nacional. La historia narra también que fue a partir de este árbol que la actividad olivícola comenzó su expansión en Argentina, Chile y Perú.

La fecha se presenta como una ocasión ideal para analizar presente y perspectiva de una industria con gran potencial para las economías regionales y para nuestro país.

Según el último informe de la Federación Olivícola Argentina (FOA), la olivicultura cubre un total de 79.000 hectáreas productivas. 40.000 son destinadas a aceituna aceitera. 25.000 son destinadas a aceituna de mesa y 14.000 con doble propósito. Se calcula, entonces, que la industria destina un 75% de sus aceitunas a la elaboración de aceite de oliva virgen y virgen extra (AOVE), produciendo al año 29.000 toneladas de aceite de oliva.

El informe de la FAO también señala que la provincia con mayor participación en la producción de aceite de oliva es San Juan con el 43 %, seguida por La Rioja (28%), Catamarca (15%) y Mendoza (10%). De hecho, la olivicultura es una de las principales fuentes generadoras de divisas en La Rioja, Mendoza y Catamarca.

Otro dato no menor, y que habla a las claras de la importancia de la industria para la economía, es que entre el 75 y el 80% del total de aceite producido por esas provincias se destina a la exportación. Además, el aceite de oliva argentino es en Estados Unidos y en países de la Unión Europea un producto de gran calidad.

Grandes Hitos

Paralelamente, la asidua presencia de las empresas locales en concursos internacionales permitió posicionar al país en el mercado mundial. Cabe recordar que es una empresa argentina, Olivícola Laur, la que ostenta por segundo año consecutivo el primer puesto en el ranking de las 100 mejores olivícolas del mundo según AOVE Ranking Mundial. Esta se ubica por encima de productores de países como España, Portugal, Turquía, Italia y Túnez.

Otro hito importante para la industria olivícola local se registró el año pasado, con la designación oficial de Mendoza como la primera Indicación Geográfica (I.G.). Para el aceite de oliva virgen extra argentino, un logro para el cual la compañía mendocina jugó un rol protagónico.

Desafíos a futuro

día nacional de la olivicultura

Sin embargo, aunque el contexto sea favorable, la industria olivícola local se enfrenta a algunos desafíos a sortear cuanto antes. Por una parte, el sector debería avanzar hacia esquemas de producción intensivos para incrementar las exportaciones agregar valor.

En Mendoza se perdieron 15.000 hectáreas de olivares, o incluso más. Porque de las 5.000 que quedan, muchas están improductivas por falta de dinero para podas y fertilización. Y muchos olivos producen poco o no producen y están en estado de abandono.

Teniendo en cuenta el escenario internacional y la atención que genera el AOVE argentino en el mundo, desde Olivícola Laur señalan la importancia de aumentar la capacidad de cultivo. Esto, teniendo en cuenta que el aceite de oliva alcanzó valores récord, con un precio que ronda los 6.000 dólares la tonelada a granel.

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