Mientras muchas empresas siguen apostando por el teletrabajo como una manera ideal para continuar sus operaciones, algunos sectores apuestan nuevamente a la presencialidad. Compartimos algunos consejos para poder llevar adelante la adaptación a la oficina, luego de dos años inusuales.
Después de un periodo complicado marcado por la pandemia, en el que el trabajo remoto se asentó en muchos entornos laborales, muchas empresas están retomando el modo presencial, lo que genera mucho estrés en las personas después del aislamiento y el trabajo en sus casas como forma de vida.
Hay varios motivos que producen este tipo de estrés en relación al trabajo. Existe por un lado la presión por mostrar productividad presencial en relación al tiempo en el que el trabajador ha realizado esa labor desde su casa. Esta presión le lleva a creer que su puesto de trabajo peligra por no mostrarse especialmente productivo, provocando hiperactividad y canalizando erróneamente sus esfuerzos.
Otro motivo es que los trabajadores creen importante tener contentos a sus superiores en este contexto, lo que lleva a muchas personas a no priorizar correctamente sus tareas y a asumir cargas excesivas de trabajo. Otro error, como no delegar ciertas tareas es, junto a la hiperactividad laboral, una de las razones por las que se reduce notablemente la atención.
La necesidad de demostrar productividad y ese nivel de autoexigencia mal entendido, puede generar consecuencias en la persona, causando mucho estrés y ansiedad, el efecto contrario a lo que se apunta. Por otro lado, la acumulación de tareas, el apuro de terminarlas en un corto espacio de tiempo, una excesiva carga de responsabilidad, y en muchos casos, la existencia de una relación tensa con nuestros compañeros y jefes, también tienen una consecuencia inmediata en el colaborador, que incide directamente en sus niveles de atención y motivación, desembocando en un incremento de errores a la hora de ejecutar las tareas.
Es por eso que al día de hoy el 72% de los trabajadores se estresa más en la oficina que trabajando desde casa.
¿Qué podemos hacer para mitigar el estrés?
Según Gympass – la plataforma corporativa que apuesta a reinventar el bienestar, hacerlo universal, atractivo y accesible – es necesario un regreso escalonado, para evitar un nuevo cambio brusco en la rutina que pueda afectar el bienestar de las personas. Así, la empresa aconseja que sería positivo preparar un regreso paulatino, con esta serie de recomendaciones:
- Tener en cuenta los primeros días como un período de adaptación de los colaboradores.
- Tratar cada caso de manera individual, sobre todo los de quienes sean personas de riesgo o hayan pasado por una situación complicada en la pandemia.
- Proporcionar opciones que mejoren el bienestar de los empleados. Gympass representa una de ellas, ya la plataforma – mediante actividades físicas, mentales y emocionales – contribuye directamente a la salud de los colaboradores, con más de 50.000 socios de fitness, 1.300 clases bajo demanda, 2.000 horas de meditación, 1.000 recetas saludables, sesiones de terapia individual semanales y entrenadores personales, apoyando todas las formas de bienestar, y apostando a la felicidad de los colaboradores de manera universal.
- Dar apoyo psicológico a aquellas personas que puedan necesitarlo.
- Facilitar el regreso a quienes tienen miedo al contagio continuando con las medidas de seguridad.
- Escuchar a los colaboradores, qué esperan, cómo les gustaría que fuera la nueva situación.
- Realizar charlas y programas grupales para prevención y promoción de la salud.
- Y, finalmente, valorar la posibilidad de incluir fórmulas mixtas de trabajo desde casa y presencial si la actividad productiva lo permite.
- Buscar la manera de poder lidiar con esta adaptación, se apoya en poder mantener rutinas en las tareas que estemos realizando hasta el momento, y darle siempre, un espacio de relax al colaborador.
- Las personas nos adaptamos rápidamente a nuevas rutinas, así que aunque al inicio nos encontremos más inquietos, poco a poco nos iremos acomodando.