Escocia decidió prohibir el cultivo de organismos genéticamente modificados (OGM) en su territorio, con el fin de preservar su «estatuto verde y limpio», anunció este domingo el Gobierno escocés.
El Gobierno de Escocia, una de las cuatro naciones que constituyen el Reino Unido, va a solicitar a la Unión Europea ser excluida de las políticas comunitarias relacionadas con los alimentos transgénicos.
Richard Lochhead, secretario de asuntos rurales de Escocia, explicó que su objetivo es proteger el concepto “limpio y verde” que se asocia a la nación de la amenaza de los alimentos modificados genéticamente. En esa línea, declara que Escocia es conocida en todo el mundo por sus paisajes y entornos naturales, algo que se vería perjudicado por la incorporación de los transgénicos.
De este modo, Escocia aprovecha una nueva norma de la Unión Europea (UE) que permite a los países miembros rechazar a nivel individual el cultivo de ciertas cosechas de OGM autorizadas por la UE.
«El Gobierno presentará dentro de poco una solicitud para que se excluya a Escocia de cualquier autorización europea para el cultivo de OGM, incluyendo la variedad de maiz genéticamente modificado que ya está aprobada y otros seis cultivos OGM que se encuentran a la espera de autorización«, subrayaron a través de un comunicado.
El Parlamento Europeo aprobó en enero una decisión por la que cualquier país de la UE puede oponerse al cultivo de OGM en su territorio alegando motivos socioeconómicos, medioambientales o de planificación del territorio, incluso aunque Bruselas haya autorizado su cultivo en el territorio comunitario.
El gobierno británico es favorable al cultivo de transgénicos, pero la política agrícola está descentralizada, y es una competencia propia de los gobiernos autónomos del país.