A través del proyecto «Happy Meal», la fotógrafa neoyorquina Sally Davies le está demostrando al mundo el peligro contundente de las comidas rápidas con un experimento que lleva más de 4 años.
Sally Davies es una fotógrafa motivada y decidida a desenmascarar los peligros de la comida rápida. Desde hace 4 años y medio se encarga de sacarle fotos a un combo de la famosa cajita feliz de McDonald’s con un resultado escalofriante.
Después de más de 1500 días al aire libre, la carne sólo se achicó un poco y se endureció como una roca. Las papas fritas mantienen su estado casi inalterable. Lo único que cambió es el pan, que se secó y se partió en dos.
“Me cuesta creer que han pasado cuatro años desde el día en que la compré. Yo parezco cuatro años mayor, pero para la hamburguesa no pasa el tiempo”, explicó la fotógrafa en declaraciones a la agencia de noticias Efe. “Continuaré fotografiando la hamburguesa hasta que se desintegre, lo que puede llevarme el resto de mi vida natural”, señaló de manera contundente.
Con esto queda claro que este tipo de alimentos, si se los puede llamar alimentos, son nefastos para la salud. Algo no está bien en un producto que no se pudre, ni huele mal después de más 1500 días.
Mira el video del proyecto: