El emblemático bar Los Galgos, ubicado en la esquina de Lavalle y Callao y fundado hace 85 años por un español fanático de las carreras de perros cerró sus puertas.
Sucede que Horacio Ramos, su dueño, murió el año pasado. Su viuda y sus sobrinos nietos continuaron con el bar unos meses, hasta que en enero el local apareció con las persianas bajas y un cartel de “Cerrado por vacaciones”. Nunca más reabrió y ahora está en alquiler.
Entre los personajes notables que frecuentaban el bar estaba el compositor de tango Enrique Santos Discépolo, que vivía en Callao al 800 y era un habitué. “Venía a la barra, tomaba algo y se fumaba un pucho. Siempre parado. A la madrugada volvía con amigos”, relató Horacio Ramos en una entrevista concedida a Clarín, hace dos años. También eran clientes Aníbal Troilo, Julio De Caro, Enrique Cadícamo, Oscar Alende, Ricardo Balbín y el ex presidente Arturo Frondizi.
Horacio murió en octubre de 2014 y su viuda, Olga, y sus sobrinos nietos mantuvieron el bar por algunos meses. En el verano decidieron cerrarlo y ahora el local está en alquiler. Piden $ 75.000. En la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura porteño ayer se mostraron optimistas, porque aseguran que el dueño de otro bar notable está interesado en reabrir Los Galgos. Aunque mientras tanto, la Ciudad se quedó sin otro de sus cafés tradicionales.