Investigadores suizos descubrieron el por qué de los agujeros en los quesos tras cientos de años de investigación al respecto.
Los quesos suizos son famosos en todo el mundo. Algunos de los más renombrados son el Emmental y el Appenzell, carcterísticos por su sabor y sus agujeros, pero… ¿dónde se originan estos?
Quienes gustan del buen queso siempre se han preguntado cómo se forman estos huecos. Y no son los únicos: desde hace un siglo, los científicos elaboran diferentes teorías. Felizmente, la respuesta parece haber llegado.
Investigadores del grupo Agroscope, un centro de investigación agrícola suizo, descubrieron que los agujeros se forman por las partículas de paja que caen en la leche durante el ordeñe de las vacas. Después, durante el proceso de fermentación, la paja emite gases que originan estos huecos.
Hasta ahora, se creía que estos agujeros eran formados por el dióxido de carbono; teoría establecida por el investigador William Clark, en 1917.
Una de las pistas que les llevó a este descubrimiento es el hecho de que cada vez hay menos agujeros, probablemente generados por las nuevas técnicas de trata del ganado. Antes, las vacas se ordeñaban en espacios abiertos, con cubos, por lo que era más probable que partículas de paja se mezclasen con la leche. Este método tradicional que ha sido sustituido por el ordeño en lugares cerrados. Las condiciones son más higiénicas, lo que significa que hay menos paja, y menos agujeros en los quesos.