El chef holandés Diego Buik creó la hamburguesa más cara del mundo. Valorada en 2300 euros, esta creación lleva los ingredientes más exclusivos.

La idea del chef Diego Buik de crear la hamburguesa más cara del mundo surgió con un objetivo concreto: ingresar en el Libro Guinness de los Récords. Nada fácil, ya que para lograrlo debía conseguir un producto que fuera innovador, original, sabroso y que, además, superase los 2.000 euros.

Para el pan se utilizó un brioche de azafrán recubierto con oro comestible.  La carne es de Waygu Dry Aged de origen japonés y la ostentos burger se completa con una langosta Oosterschelde infusionada con ginebra Hermit Dutch Coastal, foie gras, trufas blancas, queso Remeker, jamón ibérico, lechuga francesa, tomates japoneses y caviar. Una combinación de sabores nunca vista que, además, viene regada con una salsa hecha a base de langosta, café Jamaica Blue Mountain, vainilla de Madagascar, azafrán y salsa de soja.

 

A pesar de esta lujosa creación, el propio chef declaró: «Siendo honesto, la hamburguesa más simple siempre es la mejor». Tal es así, que lejos de acudir a los establecimientos más caros, este especialista asegura que su hamburguesa favorita es la que sirven en la cadena londinense Byron, cuyo precio no supera los 18 euros. ¿Y se comería una que valiese 2.300 euros? El chef lo tiene claro: ni en broma.