Lo primero a saber es que podés deshidratar la fruta que quieras y podés hacerlo en tu casa sin problemas. Se trata de un procedimiento que ayuda a la preservación de las frutas ya que los alimentos pierden casi toda el agua que tienen y de esta manera se evita que crezcan microorganismos en su interior.
Para deshidratar la fruta se necesita un poco de tiempo. Unos 10 días si es que lo secás al aire libre. Para comenzar, tenés que cortar las frutas en rodajas finas, de aproximadamente 1 milímetro de ancho y colocarlas en una bandeja refractaria o sobre una base con papel aluminio. Al tener que dejar el producto por diez días, el procedimiento no es muy recomendable ya que no es lo suficientemente higiénico.
Otro método es más rápido e higiénico. Tenés que calentar a baja temperatura la bandeja con las rodajas de frutas, dándolas vuelta de vez en cuando. Se debe controlar a menudo para que no se quemen. El tiempo varia con cada fruta y la cantidad de agua que posean, pudiendo demorar entre 3 y 6 hs.