¿Una Fiesta de la Vendimia Porteña el 10 de abril, a las 10 de la mañana, en pleno San Telmo? En Pulpería Quilapán el francés Gregoire Fabre, su creador, se propone traer a la ciudad una experiencia única para los porteños: pisar uvas.
«Este domingo 10 nos olvidamos de las alpargatas y nos arremangamos las bombachas. De la mano de nuestros amigos de Hago Mi Vino y gracias a las deliciosas uvas cosechadas en la zona sur de Mendoza, General Alvear, nos enfiestamos sobre un colchón de uvas. ¿La meta? Producir 250 litros de vino patero para los parroquianos participantes”, explica Fabre.
Un domingo para los amigos, la familia y los enamorados, que comienza con una charla introductoria, despalillado y selección de uvas a mano, molienda, medición de azúcares, preparación de la fermentación, prensado de uvas y degustación de mosto.
“Habiendo concluido esta parte, nos disponemos a pisar uvas como si el mundo se fuera a acabar. Y como es una celebración completa, elegimos a la Reina de la Vendimia, y la mesa que más rápido despalille y seleccione un cajón de uvas, gana premio,” concluye Gregoire Fabre. Se recomienda llevar una muda de ropa extra y un sombrero para el sol. La actividad concluirá a las 15 y es sin costo.
La Pulpería Quilapán es un espacio para saborear comidas criollas, nacido de la mano de un francés cautivado por el terruño argentino que viajó por todo el país buscando esos pequeños productores artesanales escondidos en las ferias, exposiciones y chacras de cada provincia, para traer momentos únicos a Buenos Aires.
La Pulpería Quilapán cuenta con dos patios anchos, ladrillos a la vista, una chacrita y un jardín y entre otras cosas, se destaca por aprovechar los recursos naturales: un techo verde asegura la aislación térmica y sirve como parque para sus gallinas y conejos, alimentados con desechos verdes de la cocina. Además, cuenta con un aljibe, considerado hoy por hoy, casi una reliquia.
En cuanto a la decoración, sus paredes son un relato vivo de la historia: hay recortes de diarios, fotografías antiguas, grabados, pianola, gramófono, televisores a válvulas, discos de pasta y más.
En la Pulpería ofrecen desayunos, almuerzos, meriendas y cenas. Además, cuentan con un almacén donde es posible adquirir más de 400 productos argentinos de gran riqueza social, ecológica y cultural, con descripciones y un perfil de cada productor (también disponible online)