Fue uno de los pioneros en llevar a la coctelería local a la modernidad y este año cumple sus primeros 15 años. El 878, un clásico de Villa Crespo al que le sobran los motivos para celebrar.

¿Cuántos números nos dicen algo? Así, solos, desnudos en la noche. 878 es un número, una altura, un destino. Un imán, una excusa, un paisaje. Es el 8, Thames, el secreto. La puerta cerrada, abierta. 878 es un bar. Un bar abierto en 2004, que se podría haber perdido en la noche y no cerró nunca más. Un bar que nunca gritó lo que quería ser, que noche a noche escuchó lo que era para ustedes». Con estas palabras, el gastronómico Martín Auzmendi delinea el marco del aniversario que se acerca.

«Un bar donde aprendimos a cocinar, a servir, a escuchar, a trabajar, a amar, a pelear, a mirar siempre para adelante y a abrir la puerta todos los días para ustedes. Para nosotros, para saber todos los días que estamos para esto. Un bar para los que quieren beber un cóctel, compartir un vino, comer la comida que uno quiere recordar, para los que creen que los bares fundan a las ciudades. 878 es un bar. Un número en Buenos Aires. Una constelación íntima en la noche de Villa Crespo. Una barra en el horizonte. Un bar hecho de a dos, de a cientos, de años y años de cosechas de vino, de un fuego mil veces prendidos, de millones de copas, de un amor compartido”, concluye Auzmendi.

El origen de 878 Bar

878 nació como parte de un contexto histórico que incluyó grandes movimientos en la gastronomía nacional. Hace dos décadas abrían, lugares como Gran Bar Danzón y Mundo Bizarro, surgían protagonistas como Inés de los Santos y Pablo Piñata, María Barrutia abría Restó y nacía CAVE, un pilar de la profesionalización en el servicio gastronómico local. La coctelería comenzaba a renacer en Buenos Aires. En junio de 2004, el 8 abrió su puerta: Florencia Capella en la caja, Julián Díaz en la barra, un camarero ayudando. Mirando hacia atrás se ve un recorrido que por ese entonces no estaba tan claro.

En palabras de Julián: «Era una Argentina muy distinta a la actual. Empezamos con muy poco presupuesto, las paredes estaban descascaradas, la barra casi vacía de botellas. Hoy sería imposible empezar un proyecto de esa manera. Pero el espíritu era el mismo que hoy. Ya en ese entonces sabíamos dónde apuntábamos. Si bien no teníamos la diversidad de bebidas que tenemos hoy, siempre había un bourbon, un gin, algún ron añejo».

El festejo

El 13 de junio de 2019, planean celebrar 15 años durante los cuales el 8 fue testigo y partícipe de la transformación de la escena de la gastronomía porteña. Comenzó como un bar anónimo, escondido detrás de una puerta y número capicúa en una solitaria calle de barrio. Desde ahí se alzó la bandera de la calidad. Calidad en las bebidas, en la materia prima, en los jugos naturales, en la calidez profesional de los bartenders.

Detrás de las cartas de 878 hay una filosofía horizontal. Ser horizontal es tener una carta que abre el juego: hay lugar para cócteles clásicos y eternos, para los frescos y populares, anónimos y también para los que llevan firma de su autor.

878 bar

El amor por la cocina, la historia, la música, el backstage de las barras, la mise en place, los consejos y los trucos, las técnicas y la propia ideología. Todos estos ingredientes, juntos, dan forma al 878 bar y se dieron el gusto de recopilarlo en un libro que se publicó cuando cumplieron los 10 años: “878 cócteles. Recetas e historias del Bar de Buenos Aires”, editado por editorial Planeta.

878 BAR
Thames 878, Buenos Aires, Argentina
Abierto de Lunes a lunes
Lunes a viernes desde las 19 hs. Sábado y domingo desde las 20 hs.
Reservas: 4773-1098

https://www.instagram.com/878bar/