El gusto por las milanesas parece no discutirse entre los argentinos. Sola, a la napolitana, a caballo, frita, al horno, con papas fritas, puré, ensalada o en sánguche, la milanesa siempre es una opción que tenemos a mano a la hora de comer.
Hay algunos restaurantes que no te podés perder si sos un amante de esta comida.
Don Ignacio:
Las milanesas tiernas caracterizan a este bodegón de almagro ubicado detrás de la salida de la estación Loria de la línea A de subte. Sus paredes están empapeladas por fotos de célebres artistas locales e internacionales de rock y los platos ubicados sobre las mesas que llenan el espacio revela lo que todos buscan: las milanesas con los diferentes aditivos que propone el lugar.
La B&B ($110, con papas fritas incluidas) es una buena elección para el que quiera evitar las medias tintas: salsa blanca, mozzarella, provolone y panceta la hacen irresistible. Una milanesa frita, en la que el toque aceitoso justo evita que lo crocante se convierta en seco.
¿Dónde? Av. Rivadavia 3439, Almagro.
Perón Perón:
La milanga de bondiola ($140) viene a la mesa bajo la forma de un bife grueso y tierno abrazado a una capa de pan rallado dorado como las medallas del mismísimo General. Además, viene acompañada por un puré de papas bien cremoso, rúcula, tomate y una ración de salsa barbacoa.
Vale también inclinarse por la opción napolitana, con una salsa de tomates diestramente condimentada. Y es conveniente escuchar la sugerencia de probar una empanadita de osobuco como entrada.
¿Dónde? Carranza 2225, Palermo Hollywood.
El preferido de Palermo:
Este bodegón de los años 50 sigue el manual de la cocina española: abundante, sabrosa y libre de remilgos. Las milanesas respetan esos mandamientos y recurren al peceto al tiempo que transita la senda de las variedades clásicas, como napolitana o Maryland.
Además, la tortilla de papas es una opción irresistible que debe sumarse al banquete si se va acompañado: es probablemente el plato más famoso del restaurante, con una textura jugosa y cuadraditos de chorizo colorado.
¿Dónde? Borges 2108, Palermo Soho.
Salta la llama:
Este restaurante es del salteño Sergio de la Zerda y tiene un objetivo: que la carne de llama no sea vista de reojo por los foodies del circuito palermitano. Su primer campo de juego fueron los guisos, luego siguieron las empanadas y el último paso fue utilizar cortes de llama como materia prima para milanesas.
El que se decida a probarla encontrará una carne de sabor un tanto más pronunciado que la de vaca además de una textura más magra. La guarnición es simple y muy aromática: papas salteadas con tomates cherry y jengibre. El plato viene acompañado por salsa criolla y aderezo de tomate levemente picante en cazuelas aparte.
¿Dónde? Gurruchaga 1450, Palermo Soho.
Los galgos:
El objetivo del bar es claro: cocina porteña lejos del snobismo pero muy apegada a altos estándares de excelencia. En el menú de Los Galgos, la milanesa aparece como plato del día rotativo (sale $150 con bebida y café), construida sobre un bife de costilla impoluto con costra gruesa sin un rastro de aceite sobrante.
Hay varias guarniciones para elegir, pero si ese día están a mano, un buen puñado de tomates orgánicos con albahaca, sal y aceite de oliva alcanza. Como opción alternativa está el sándwich, con milanga de peceto acompañada por lechuga y tomate de máxima frescura y calidad.
¿Dónde? Av. Callao 501, Balvanera.