Durante los últimos años nuestras dietas han cambiado muchisimo. Según una investigación realizada por el Banco estadounidense Merrill Lynch, el consumo de alcohol se ha incrementado notablemente desde los 90’s a esta parte.

Del informe se desprendió también que a nivel mundial, el consumo de carne, leche y azúcar creció de manera exponencial durante los últimos 20 años, al tiempo que decayó el consumo de arroces, cereales y trigo.

De todos modos y afortunadamente, no son todas malas noticias. A nivel global, la gente está consumiendo más proteínas, ingrediente clave para desarrollar una musculatura saludable y propiciar la regeneración de los tejidos.

Sin embargo, los “contras” de estas proteínas son varios, a saber:

1.     La mayor parte de la proteína viene de recursos animales
El incremento en el número de animales que son criados para consumo humano significa un aumento en la explotación de los recursos de la tierra. Se necesita más agua, tierra y energía (carbón y metano, precisamente, dos gases que hacen al cambio climático) para criar ese ganado que luego irá al matadero, que para cosechar granos y verduras.

2. Los países más ricos son aquellos que registran mayor aumento de proteínas
Los países responsables de este boom proteíco son los más ricos. Allí, la gente consume más de lo que necesite. De acuerdo al informa, países desarrollados como Inglaterra o Estados Unidos comen el doble de carne que la media, y las predicciones indican que la tendencia seguirá creciendo hasta, mínimo, el 2020.

3. Se incrementó el consumo de alcohol y azúcar
Según el informe, el consumo de alcohol se cuadruplicó desde 1992 hasta la fecha, en tanto la ingesta de azúcar casi se duplicó.

4. Disminuyó el consumo de granos y cereales
Los granos son una parte fundamental dentro de cualquier dieta saludable. Aquellos integrales como el trigo o el arroz son ricos en fibra y contribuyen a un buen funcionamiento del sistema digestivo. De hecho, algunos de estos granos contienen las mismas proteínas que la carne y causan menos daño ambiental.