Burguer King decidió escribir un nuevo capítulo en la historia de respetar tradiciones locales con tal de venderle hamburguesas a todo el mundo, y por eso abrió en Helsinski una sucursal que tiene dentro de sus instalaciones nada menos que un sauna.

 

La concreción de algo que para nosotros es a todas luces una excentricidad, para el pueblo finés era una rareza que no existiera. Es que si en Finlandia, hasta el Parlamento nacional tiene un sauna, donde los propios legisladores toman baños de vapor entre una reunión y otra ¿Cómo no lo van a tener las hamburgueserías?

 

sauna_burger1A la idea de ofrecer «churrasquitos» en sus restaurantes de Buenos Aires, gazpacho en los de Madrid, y vino tinto para acompañar un whopper en los de Paris, Burger King decidió que en Helsinski el aporte local tenga que ver con una tradición que se practica en Finlandia desde hace miles de años, cuando los primeros pobladores de estas tierras comenzaron a practicarla en forma de ritual, pero también como alivio reparador para los músculos doloridos por las duras tareas del trabajo en el campo.

Se calcula que en Finlandia hay un sauna cada tres habitaciones, con lo cual, como era de esperarse, la recepción de la iniciativa ha sido muy positiva.

 

El turno de tres horas cuesta 250 euros, y la comida (que obviamente no se puede consumir dentro del sauna) se paga aparte, después de sudar al calor de las piedras en el cuarto de madera, y darse una ducha bien caliente en los vestuarios.