Por lo general, los restaurantes galardonados con estrellas Michelin son restaurantes caros y lujosos pero esta vez, el jurado amplió su criterio y le otorgó una estrella a un puesto de comida callejera de Singapur.

El reconocimiento fue para un plato de arroz con pollo y salsa de soja que se vende por menos de 2 dólares y es la especialidad de Hong Kong Soya Sauce Chicken Rice and Noodle, un puesto ambulante en las calles de Singapur acaba de recibir una estrella Michelin.

Ese lugar y el Hill Street Tai Hwa Pork Noodle hicieron historia al convertirse en los primeros puestos callejeros del mundo en recibir la codiciada estampa de la exclusiva guía gastronómica francesa.

La distinción es parte de una nueva publicación de la Guía Michelin en Singapur, la primera específicamente dedicada a la comida de una región en el sureste asiático. Según Michelin, 200 restaurantes y comedores en Singapur que abarcan 35 diferentes categorías culinarias se encuentran en la guía y van desde la más fina mesa hasta la cocina popular.

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En reconocimiento a la diversa cultura gastronómica de la isla-nación, la guía Michelin hace referencia a 62 puestos callejeros, incluyendo los dos a los que le otorgó una estrella. Chan Hon Meng, dueño de Hong Kong Soya Sauce Chicken Rice and Noodle, dijo en diálogo con la señal BBC Mundo que se sentía orgulloso de recibir la distinción.

«Yo era consciente de lo que significaba una estrella Michelin pero jamás me imaginé que mi establecimiento recibiría una«, explicó a través de su asistente Linda Gan. El señor Chan, de 51 años, dijo que lleva tres décadas en el negocio de la comida y 10 años desde que abrió su puesto ambulante o hawker (como se conoce en inglés) donde sirve su especialidad, arroz con pollo y salsa soya, una receta propia.

El plato se vende a US$1,85 y sirve unos 150 a la hora del almuerzo. Sin embargo, tiene una clientela diaria de más de 500 comensales que esperan en largas colas para ser atendidos. La concurrencia al puesto de comida quedó en evidencia cuando nuestra entrevista telefónica estuvo varias veces interrumpida mientras Chan Hon Meng preparaba los pedidos.