Hasta el viernes se desarrolla la semana del compostaje con actividades en las plazas porteñas. Habrá talleres para aprender a generar tierra rica con desechos orgánicos, de huerta y de cocina.

Organizada por la Agencia de Protección Ambiental (APrA), la Semana del Compostaje comenzó el sábado y se extenderá hasta el viernes 6 de noviembre con el objetivo de promover esta técnica en el manejo de los residuos, bajo el lema “Porque amo mi Tierra, hago mi tierra”.

El compost surge de la descomposición de desechos orgánicos (cáscaras de frutas y verduras, hojas secas, restos vegetales, entre otros), generando una tierra rica en nutrientes que se usa como abono. Con esta práctica e posible reducir en un 50 por ciento la basura que se envía a los rellenos sanitarios. La Semana del Compostaje comenzó formalmente el sábado con la inauguración en el Jardín Botánico. Allí hubo talleres de cocina y de huerta, y se dieron a conocer los pasos para generar compost. Además se mostraron composteras domiciliarias para conocer su funcionamiento.

Durante la semana habrá diversas actividades gratuitas en plazas porteñas, buscando acercar la práctica del compostaje a los vecinos. A esto se suma la visita guiada a la Planta de Compostaje y Centro de Reciclado de Villa Soldati, prevista para mañana martes, abierta a todos los que quieran participar.

Finalmente, se lanzará oficialmente la Red de Compostaje, una plataforma virtual que desarrolló la APrA, con información sobre esta técnica. Incluirá el intercambio de información y experiencias y ofrece una agenda de actividades.

El sábado, en la Plaza Arenales de Villa Devoto, el licenciado en Ciencias Ambientales, Federico Cernuschi, explicó detalladamente cómo es el armado de una compostera domiciliaria, su cuidado y mantenimiento.

“Los recipientes para armar una compostera pueden ser tachos de pintura, cajas de cartón, cajones de madera, bidones de plástico grandes, entre otros. Lo importante es que siempre tengan muchos agujeros para airearlos bien: abajo para que drene el agua, y a los costados para que entre el aire y se oxigene el compost. Porque si la compostera no está bien aireada, lo que ocurre es que cuando se llena de agua y no drena, se fermenta y larga mal olor, entonces el proceso del compost se hace mucho más lento. Las composteras se pueden ir apilando, y se van ciclando a medida que el primer compost, el que está más abajo, se degradó, se pasa para arriba y así se sigue el ciclo de cada compostera. Es fundamental para lograr un compost de calidad, que siempre pongamos mitad de residuos húmedos y mitad de secos”.

Entre los elementos húmedos que se pueden agregar para lograr un compost de calidad, están las hojas y flores frescas, restos de pasto cortado, frutas y verduras troceadas, restos de plantas verdes, hongos y setas, saquitos de té, restos de tés, cafés e infusiones, yerba, mazorca del maíz cortada pequeña, miel y derivados, entre otros elementos que le otorgan el nitrógeno al compost.

Entre los secos, conviene agregar: hojas, flores y pastos secos; ramas y restos de poda triturados; cáscara de huevo bien machucada; cáscaras de frutos secos; semillas y carozos de frutas pequeños; corchos no plastificados; restos de sacapuntas; corteza y viruta de madera no tratada, entre otros elementos que le otorgan el carbono.

Los vecinos consultaron, entre otras cosas, por las moscas, cucarachas y roedores ante el temor de que se acerquen a las composteras. “No suele haber cucarachas en los compost porque a las cucarachas, las ratas, le suele gustar la basura que tiene residuos más químicos y restos de carnes. En el compost no suele haber cucarachas”, aclararon. Y para evitar las mosquitas, que sí se acercan al compost naturalmente, recomendaron tapar las composteras con papel de diario, para evitar así que entren.

Se puede consultar todo lo relativo a la Semana del Compostaje en http://www.buenosaires.gob.ar/agenciaambiental/semana-del-compostaje-2015