Con más de 70 variedades, la emblemática chocolatería artesanal de la costa desembarca en Buenos Aires para deleitar al público

Allá por el año 1995, el susurro del mar y la energía del bosque de Mar de las Pampas sirvieron de inspiración para que dos familias concentraran sus energías en la confección de delicioso chocolate artesanal. La presencia de pinos, acacias y eucaliptos sirvieron de escenario perfecto para llevar adelante el emprendimiento y así, luego de varios cursos y capacitaciones, nació La Pinocha.

Con el tiempo, el rumor de que en Mar de las Pampas había una Casa de Chocolates imperdible se fue esparciendo, y así La Pinocha – que es la hoja del pino seca- creció y abrió sucursales en Villa Gesell para finalmente desembarcar en la Ciudad de Buenos Aires. Eso sí: sin perder su esencia y elaborando todos sus productos de forma artesanal, guiándose por su propio libro de recetas.

En los últimos meses, sumaron nuevas aperturas en la ciudad porteña. Palermo, Belgrano y Martínez, en la zona norte, fueron algunos de los lugares elegidos para que más personas tengan la posibilidad de deleitarse con estas dulzuras que estimulan los sentidos. Con más de 60 variedades en chocolates, se destacan el marroc, milhojas (con chocolate blanco y dulce de leche), las variedades con cereales, cerezas, crema de coco o frutilla. Pasando por el clásico con dulce de leche hasta el más excéntrico y original que lleva pimienta de jamaica.

A partir de su llegada a Buenos Aires, desde La Pinocha notaron el gusto porteño por el chocolate amargo, y así fue que lanzaron su más reciente variedad de chocolate premium, de origen belga con 80% cacao. A la oferta se suman también unos riquísimos alfajores artesanales y tortas y la muy especial línea sin azúcar, apta para diabéticos. Todos los chocolates se venden por peso y como toda chocolatería, una visita al local significa una dulce experiencia.

“Desde que abrimos en Buenos Aires notamos que mucha gente nos conocía de Mar de las Pampas. Creemos que haber crecido a la par de ese balneario nos permitió consolidarnos como marca”, aseguran con orgullo desde La Pinocha en diálogo con SalPimenta. “Hay un vinculo muy fuerte entre nuestro chocolate y nuestro lugar de origen, por eso nunca nos industrializamos. Que el productos sea artesanal en todos nuestras sucursales es la mejor manera que encontramos de llevarle a nuestros clientes un poquito del mar y el bosque que nos inspira”, concluyen.

Sin dudas, son buenas noticias para los amantes de lo dulce. Una nueva Casa de Chocolates, con la frescura del bosque y los secretos del mar, llegó a Buenos Aires para quedarse.

LA PINOCHA CHOCOLATES
En CABA: Palermo, Belgrano, Recoleta, Tribunales, Colegiales, Florida, Villa Urquiza.

En Gran Buenos Aires: Martínez y Olivos.
http://lapinochachocolates.com/