Desde reducir un 56,6% la hormona del estrés, hasta aumentar un 21% la sensación de satisfacción, son sólo algunos de los factores positivos que genera meditar y practicar la técnicas de respiración consciente. Así lo confirman más de 70 estudios científicos independientes y profesionales de la salud.

Desde el 20 de marzo de 2020, cuando en la Argentina comenzó el Aislamiento Social Preventivo, y el mundo se enfrentaba ante una pandemia por Coronavirus, la ansiedad y la angustia empezaron a hacerse presente en la vida de muchos. Casi sin poder dormir, tratando de entender qué era la fase uno o si ahora estamos frente a una nueva cepa, cada uno atravesó y atraviesa el presente con diferentes problemáticas. La angustia y la depresión son las más reiteradas.
 
En este contexto, hoy los profesionales de la salud trabajan sin descanso tratando de asistir y contener a cada paciente que las padece. Y son ellos mismos quienes confirman que practicar técnicas de meditación y respiración son muy beneficiosas para la salud y el bienestar humano.
 
“En los últimos años hemos visto un enorme interés por la ciencia en estudiar los efectos de las prácticas de respiración consciente y meditación. Y los resultados han sido sorprendentes”, afirma el doctor Juan Pablo Anchezar, ginecólogo oncólogo y ex docente de la UBA. Y detalla: “Al observar los estudios se ven cambios en valores de la presión arterial, en la secreción de hormonas, en el recuento de glóbulos blancos y variaciones en áreas específicas del cerebro relacionadas con el bienestar emocional hasta modificaciones en lo profundo del núcleo de las células en la expresión de nuestros genes”.
 
En más de 70 estudios independientes se comprobó que incorporar la práctica diaria de la técnica Sudarshan Kriya (SKY)que transmite el El Arte de Vivir, genera beneficios para la salud. Y no es un detalle menor en este tiempo en el que la angustia, la depresión y los trastornos por estrés post traumáticos han aumentado por la pandemia por Covid-19. Según la OMS, se han incrementado hasta cinco veces las cifras de estas enfermedades
 
Justamente, esta técnica es una herramienta eficiente para manejar el estrés. Quienes la practican redujeron un 56,6% el cortisol en dos semanas. Además, se demostró que aumenta un 21% la sensación de satisfacción en sólo siete días.
La práctica alivia la ansiedad y la depresión, también los síntomas de estrés postraumático. Es más, se han detectado reducciones significativas de la ansiedad con una tasa de respuesta del 73% y una tasa de remisión del 41%.
 
“Como resultado de estos estudios, cada vez más guías de tratamiento de las sociedades científicas  incluyen estas técnicas  dentro de las herramientas para tratar un número  mayor de patologías, desde trastornos como la depresión, insomnio, estrés post traumático hasta el manejo de los efectos adversos de los tratamientos quimioterápicos, entre otros”, confirma el doctor Anchezar.
 
Se demostró, a su vez, que los pacientes deprimidos que aprendieron las técnicas de respiración experimentaron una remisión de ansiedad del 68-73% en un mes. Estos datos impactan cuando se toma dimensión de que 300 millones de personas en el mundo sufren depresión, según datos de la OMS. Y en pacientes con Covid es aún más preocupante: uno de cada cinco positivos padece depresión, según la revista Lancet.
 
En el plano del sistema inmunológico, aproximadamente el 70% de todas las células inmunes son linfocitos y se ha demostrado que el recuento de células inmunes aumenta un 33% tras seis semanas de prácticas. Además, se encontraron niveles elevados de enzimas antioxidantes. Así lo explica la cardióloga Florencia Segovia: “La técnica de respiración Sudarshan Kriya ayuda a eliminar las toxinas al expandir la capacidad pulmonar. Hay publicaciones de la Universidad de Harvard y de Yale que afirman que esta técnica refuerza nuestro sistema inmune. Por todo esto, lo recomiendo a mis pacientes y a mis colegas”.
 
Frente a esta situación tan compleja, uno de los síntomas más comunes que atraviesa a muchos es la dificultad para dormir. Justamente, un estudio realizado en Singapur, en noviembre de 2020, demostró que hay una relación directa entre esta técnica y la calidad del sueño. Los participantes descansaron más profundamente: el 13% de su tiempo total de sueño lo pasaron en el estado de SWS (Slow Wave Sleep) contra el 4% anterior