El crudiveganismo es una forma de alimentación que ha ganado peso durante el último tiempo. Cada vez más gente adopta esta manera de comer, y aunque implica cierto sacrificio, los beneficios a nivel salud y estética son notables.

El término es una mixtura entre los tipos de alimentación cruda y vegana. La cruda corresponde a la ingesta de alimentos naturales, sin aditivos artificiales. Suele conocérsela también como “alimentación viva”, en referencia a la calidad de “frescos” de los alimentos y la vitalidad de los germinados.

En tanto la dieta vegana es aquella que excluye todo comestible de origen animal exceptuando la lactancia materna y es fundamentalmente vegetívora (sin carnes ni pescado, sin huevo, sin leche ni derivados de esta).

Las principales propiedades de los vegetales crudos pasa por su alto contenido en vitaminas y minerales; en definitiva, por ser especialmente ricos en nutrientes esenciales indispensables para nuestro organismo, y fundamentales dentro de una dieta equilibrada.

No solo aportan vitaminas y minerales. También son especialmente ricas en fibra y en antioxidantes, por lo que su poder nutricional es algo más que destacable. Pero no termina ahí, encima de todo, son ideales para perder peso.