¿Es posible utilizar Eucalipto en el botiquín invernal para niños? ¿Cuál es la forma correcta de consumir esta planta? De la mano de la médica pediatra Flor Giecco y la farmacéutica Roxana Muñoz derribamos mitos y verdades sobre esta planta medicinal legendaria.

No existe infancia libre de mocos. Con la llegada de los tiempos fríos, llegan los mocos. Los niños transitan en promedio entre 6 y 8 resfriados por año. La mayoría de los casos ocurren en otoño e invierno, lo que se corresponde con la incidencia estacional de los responsables fundamentales de estos cuadros: los virus respiratorios. 

Las abuelas, con su sabiduría, solían colocar unas hojitas en una lata con agua arriba de la estufa a leña para ayudar a combatir estos típicos cuadros invernales. Sabían que el aroma de este gran árbol medicinal ayudaba a respirar mejor. Pero resulta que en los últimos tiempos, el eucalipto comenzó a hacerse de “mala fama” debido a que muchos pediatras lo desaconsejan.

Entonces…¿Las abuelas estaban equivocadas? ¿La ciencia se enfrenta a la sabiduría ancestral y popular? De la mano de dos profesionales de la salud especializadas en Fitomedicina compartimos una mirada integrativa para brindar información clara sobre cómo utilizar eucalipto con seguridad y así acompañar cuadros respiratorios en la infancia.

Acerca del Eucalipto:

Entre varias especies, el Eucalyptus globulus labill es el más popular en términos de cultivo y uso medicinal. Su principal principio activo es el aceite esencial presente en las hojas llamado eucaliptol. 

El eucalipto se usa tradicionalmente para problemas respiratorios y su efecto no es en absoluto para frenar la tos, su acción contribuye a fluidificar las secreciones para que la tos pueda eliminarlas con facilidad. Esto último, comprobado en distintos estudios, nos habla de su propiedad mucolítica y expectorante. Tiene además otros efectos que contribuyen a aliviar los cuadros respiratorios como: antiséptico de la secreción bronquial, antioxidante, actividad inhibitoria sobre la síntesis de histamina (antialérgico), antibacteriano, antifúngico, analgésico y propiedades antiinflamatorias. 

¿Cuándo vale la pena usar eucalipto y en qué formato?

¿Es lo mismo la utilización de la planta entera vs. su aceite esencial? ¿Es igual para todas las edades? ¿Nos importan las vías de administración? ¿Registramos los antecedentes y la bio individualidad de esa personita que lo va a recibir, o es indistinto? 

Claro que no es todo lo mismo, y de no tener claras esas diferencias viene la “mala prensa” del eucalipto. Existen reportes de efectos adversos en distintos centros de toxicología (Australia, Canadá y otros) pero en absolutamente todas las publicaciones se deben a la ingesta oral de los aceites esenciales puros y a su aplicación directa en piel del aceite en menores de 4 años (desaconsejamos por completo ambas prácticas). En ese aspecto, es importante no confundir la hoja con el aceite esencial puro cuando se habla de toxicidad. 

Los aceites esenciales son compuestos aromáticos y volátiles con un olor fuerte, penetrante, aromático y un sabor que deja sensación de frescor en la boca. Se caracterizan por ser una mezcla compleja de compuestos y se extraen, principalmente, de las hojas de plantas aromáticas. y se almacenan en glándulas oleíferas y funcionan biológicamente como mecanismo de adaptación de las plantas al medio. Los mismos tampoco se aconsejan durante el embarazo y lactancia ya que no se dispone de datos suficientes de seguridad.

Usos en la infancia:

Ahora sí, vamos con su utilización adecuada en la Infancia. Comencemos por el uso tópico (en piel) y vía inhalatoria. Para ambas opciones, recomendamos usarlo a partir de los 4 años.

Vía tópica:

Está contraindicado en antecedentes de convulsiones (febriles o no febriles) y cuando la piel está lastimada. Les compartimos una preparación de Ungüento para masajes en pecho y espalda. Para elaborarlo, primero se prepara un aceite herbal de eucalipto, que en la infancia recomendamos hacerlo con las hojas (y no con las gotas de aceite esencial).

Se necesita:

Aceite vegetal 500 ml (puede ser de oliva), hojas secas 50 gr (no usamos fresca ya que tiene agua y en el proceso de macerar en aceite se puede contaminar la preparación), frasco de vidrio, colador.

Preparación:

Colocamos en un frasco las hojas y las cubrimos con el aceite. Lo dejamos macerar entre 21 y 28 días. Pasado ese tiempo lo colamos, colocamos el aceite en frasco esteril, conservamos en lugar fresco y seco al abrigo del sol. Se puede utilizar para masaje o preparar un ungüento medicinal. Para esto último necesitamos cera de abejas (10% en relación a la cantidad de aceite herbal, 50 gramos en este caso).

¿Cómo lo preparamos? Muy simple, calentamos el aceite con la cera a Baño María a fuego bien bajo. Revolvemos con cuchara de madera. Una vez que la cera se derritió, extraemos un poco de la preparación y la dejamos enfriar. De esa forma chequeamos que la consistencia final sea la deseada. Si se quiere más sólido se puede agregar un poco más de cera. Por último, colocamos nuestro preparado en frasco esteril, mejor si es oscuro para protegerlo del sol. 

Vía inhalatoria:

Está contraindicado en caso de estar cursando broncoespasmo o presentar antecedentes. Se pueden realizar vapores pero tiene que ser estrictamente seguro. No los recomendamos acercando la cara del niño a la olla de agua hirviendo porque hay mucho riesgo de quemaduras. Esto puede suceder o porque el vapor está caliente o porque accidentalmente  los niños pueden tocar la olla.

Si se desea realizar esta práctica, la forma más segura de hacerla es llevando 2 tazas de agua a hervir y agregar 4 gotas del aceite esencial o un puñado de hojas trituradas. Luego llevamos con cuidado esta olla al baño y la colocamos en algún lugar fuera del alcance de las infancias. Abrimos la ducha buscando generar vapor. La intención es que el vapor de la olla se una al vapor de la ducha y así lleguen los activos de forma segura. Nos quedamos durante 5 o 10 minutos jugando con la puerta cerrada. En ese mismo momento podemos realizar masaje con ungüento o aceite herbal. 

¿Entonces, en menores de 4 años está prohibido usar eucalipto en casa?

La respuesta es que NO se recomienda para el uso tópico en piel o vía inhalatoria como vimos antes. En nuestra opinión no sería un problema en absoluto colocar unas hojitas en un recipiente con agua en  la estufa, o una ramita en el baño como hacían nuestras abuelas, para aromatizar el ambiente debido a que el aceite esencial (principalmente el eucaliptol), con el calor se volatiliza quedando presente en el vapor del ambiente.

Su concentración en ese caso sería muy baja sin producir efectos adversos. Si bien no hay bibliografía científica que avale esta práctica, tampoco hay registros documentados de toxicidad. Contamos con el saber popular y mucha experiencia de años en su eficacia. La concentración de activos que va a llegar a la vía inhalatoria, será por supuesto muchísimo más segura que con los vahos del aceite esencial. Repetimos, quedará a criterio de cada familia, sus costumbres y preferencias. 

Receta de jarabe herbal:

eucalipto

En el caso de la vía oral no se encuentra bibliografía en ensayos clínicos en pediatría que respalde su uso. Esto no significa que no se pueda utilizar, sino que no hay estudios. Si contamos con experiencia tradicional. Para esto último, recomendamos utilizarlo en fórmulas combinadas. Es decir, que el eucalipto se combina con otras hierbas para preparar, por ejemplo en un jarabe herbal y nuevamente apto para mayores de 4 a las dosis correspondientes.

Una receta básica de jarabe herbal para ayudar a fluidificar secreciones y poder expectorar mejor, es la siguiente: 

Ingredientes:

  • 2 cucharadas de Menta seca.
  • 2 cucharadas de flores de manzanilla secas.
  • 1 cucharada de flores de malva.
  • 1 cucharadita de hojas secas de eucalipto.
  • 1 cucharadita de hojas secas de tomillo
  • 4 tazas de agua.
  • Media taza de miel

Procedimiento:

Se colocan las hierbas en una cacerola con el agua y se lleva a ebullición. Antes de romper el hervor se lleva a fuego mínimo y se cocina por 20 min, agregando agua según sea necesario para que las hierbas no se quemen. Retirar del fuego y dejar reposar 1 hora. Colar. volver el líquido obtenido a la olla y llevar a fuego mínimo colocando la miel revuelva unos minutos. Envasar en frasco esteril.

Se puede utilizar a partir de 4 años de esta forma: 4 a 6 años: 1 cucharadita tamaño té 2 o 3 veces por día. 7 o más: 1 cucharada 2 o 3 veces por día. Esta fórmula no reemplaza en absoluto la consulta médica cuando sea necesario.


Para más información, conectate con las profesionales:

Florencia Giecco, Médica pediatra. 
MN 137292
@dra.florenciagiecco
florenciagiecco.com


Roxana Muñoz, Farmacéutica. 
MP 22350 
@equilibriofitomedicinal 
www.equilibriofitomedicinal.com.ar