Según el estudio «Ingesta de agua y otras bebidas en la población adulta de 13 países» publicado en la Revista Europea de Nutrición, los argentinos bebemos dos de los ocho vasos de agua sugeridos. El análisis se basó en el comportamiento de 7580 hombres y 8696 mujeres de entre 18 y 70 años en Alemania, Argentina, Brasil, China, España, Francia, Indonesia, Irán, Japón, México, Polonia, Reino Unido y Turquía.

Entre sus principales conclusiones, se encontró que en España, Francia, Turquía, Irán, Indonesia y China, la jarra de consumo está compuesta mayoritariamente por agua, y que lo mismo sucede en Alemania, Japón, Polonia y Reino Unido, donde está integrada en su mayoría por agua e infusiones.

Sin embargo, en la Argentina, Brasil y México el 50% de esa jarra está compuesta por bebidas e infusiones azucaradas, y entre el 60 y el 66% de las personas consume una cantidad mayor de calorías que la recomendada cómo límite por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

¿Cómo saber cuánta agua es necesaria para nuestro organismo?La ciencia determinó que lo ideal para que una persona esté bien hidratada es que consuma un milímetro de agua por cada caloría.

El cálculo se reduce a una cuenta fácil que determina la cantidad exacta de líquido para cada persona: dividir el peso corporal por 30 (peso/30). «Es un error creer que todas las personas tienen que tomar dos litros de agua. Ni todas las personas miden o pesan lo mismo, por eso hay que saber cuál es el número de cada uno»; explicó la nutricionista Florencia Cugliari. 

El agua interviene en varios procesos fisiológicos. Entre ellos está la digestión, la absorción y la mencionada distribución de nutrientes y oxígeno. Su importancia es tal que logra que los riñones y todo el sistema digestivo cumplan con sus funciones, interviniendo en la eliminación de las toxinas. También, es la encargada de lubricar las articulaciones y mejorar la resistencia de los ligamentos. Entre otras cosas, protege de traumatismos a un órgano tan delicado como es la columna vertebral.

La capacidad de controlar la temperatura del cuerpo es realmente esencial. Esta se regula a través de la transpiración y el agua, en este caso, oficia como refrigerante.

Tomar los litros de agua necesarios por día es una meta difícil. No todo el tiempo se tiene un vaso o una botella al alcance ni tampoco se da la situación por la cantidad de tareas o responsabilidades que aparecen durante el día. Sin embargo, hay algunos puntos a tener en cuenta para ayudarnos a lograr el objetivo.

Tener agua a la vista nos ayudará a beber lo necesario. Una botella o un vaso cerca hará que tomemos el hábito. También puede ser útil ponernos recordatorios o cartelitos e ingerir infusiones después de las comidas ya que aportan un extra de dos vasos diarios. Finalmente, beber de un vaso pequeño y ancho es una ayuda. El cuerpo está recibiendo poca cantidad de agua y el vaso se volverá a llenar en forma repetitiva. Y así sucesivamente. Una forma de «engaño» que puede dar resultado.

El melón, el kiwi, la manzana, sandía, frutilla y naranja poseen una gran cantidad de agua. ¿Qué significa esto? Que las frutas son grandes reemplazantes de la ingesta de líquido.