Con el correr de los años, los festejos van sumando distintas novedades. Generalmente se extraen ideas de las fiestas norteamericanas para trasladarlas y readaptarlas a nuestra cultura.

El Candy Bar no es la excepción. Se trata de una mesa repleta de golosinas, dulces y chocolates que se presenta en barras y o mesas de cualquier tipo de evento para endulzar a los invitados.

La idea de esta modalidad es personalizarlo según la temática del evento. Los detalles son lo que destacan cada tipo de Candy Bar, ya sea por la forma de los dulces, de los recipientes a llenar o los colores y diseños utilizados.

Esta opción novedosa y sumamente tentadora suma en la decoración y en la comodidad de cada invitado, ya que son ellos los que deciden qué gustan servirse, qué cantidad de golosinas quieren sumar a sus bolsas, y tienen a la vista diversos dulces que varían en colores, sabor y diseño.

Árboles de gomitas, malvaviscos, confites, chupetines, copones de confites, bombones, chicles, chocolates y yapas, entre otras cosas, son los que más abundan, generalmente rodeadas de envoltorios con diseño personalizado.
Además, se suman tubos llenos de golosinas, jugos en botellitas individuales, cookies y cupcakes personalizados.

Los Candy Bar nacieron en la década de los 50′ en Pensilvania, Estados Unidos, cuando familiares y amigos se reunían, preparaban dulces y decoraban una mesa con todo detalle como muestra de afecto a los agazajados. Con el tiempo este concepto americano se fue extendiendo a todo tipo de celebraciones en el mundo. Siempre conservando el mote de tendencia y sin perder la originalidad y creatividad según la temática.