El método baby-led weaning permite al bebé descubrir por sí mismo las texturas y sabores de los alimentos sólidos, sin necesidad de recurrir a las típicas papillas y purés.

La alimentación es una parte indivisible de nuestra vida, y es precisamente en la primera etapa de esta, que hay que prestar especial atención a los alimentos. Partiendo de la la lactancia materna, cuando llega la etapa de la alimentación complementaria ¿qué se hace?

El término Baby Led Weaning (BLW) se está haciendo cada vez más popular y se trata un método gradual de introducción a la alimentación complementaria. Es uno de los métodos más naturales de seguir alimentando a los bebés tras los seis meses de Lactancia Materna Exclusiva que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS)

¿En qué consiste?

La idea es que el bebé se siente a la mesa con el resto de la familia, idealmente sobre el regazo de su madre, tiempo al tiempo, el bebé aprende por imitación. Dado que su principal alimento hasta el año de vida es la leche materna, el comer es un aprendizaje y si el niño puede descubrir este nuevo universo con libertad a través del juego, acompañando y confiando, seguramente tendrán una buena relación con el alimento por el resto de sus vidas.

Los bebés que comen con sus manos experimentan, descubren, sienten olores, sabores, texturas por sí mismos y aprenden jugando a comer variado y elegir lo que les gusta. Al principio, lo ideal es darles alimentos blandos en trozos grandes para que puedan comenzar por chuparlo y sentir su sabor. Progresivamente se les dará trozos más pequeños para que pueda comenzar a maniobrar sus manos como «cubiertos».

Para empezar, se pueden elegir vegetales y frutas de estación del tamaño de un puño. Los vegetales pueden ser al vapor y bastante al dente para que no se desarmen mucho (trozos de papa, batata, calabaza, arbolitos de brócolis, zapallito) y de esta manera van descubriendo olores, texturas, colores y sabores nuevos.