El frío afuera, la calefacción adentro son dinámicas de invierno que contribuyen al resecamiento de la piel; ¿Cómo cuidar la piel en invierno? Aquí van algunos consejos.

Múltiples factores externos e internos atentan contra nuestra piel. Cambios hormonales, stress, radicales libres, UV, luz azul, polución, mala alimentación, entre otros. En el invierno, ese flagelo se nota mucha más. Para cuidar la piel primero hay que tomar cociencia de que es un órgano vital para nuestro cuerpo y que la falta de protección propiciaría diferentes trastornos o afecciones.

Para combatir este problema que emerge con cada cambio de estación, compartimos cinco consejos para cuidar al máximo la piel y mantener la buena salud de nuestra piel.

CÓMO CUIDAR LA PIEL EN INVIERNO

LIMPIEZA:

Es importante realizar una adecuada higiene del rostro 2 veces al día. Debido a este cambio de estación es fundamental ajustar el producto según cada tipo de piel. Por ejemplo, el uso de leches de limpieza aportarán mayor emoliencia y suavidad en comparación las aguas micelares o los geles, los cuales son ideales para aquellos pacientes con tendencia a la oleosidad.

HIDRATACIÓN:

La hidratación de la piel es una actividad que debemos incorporar durante todo el día, sobre todo después de la ducha. Para eso, es necesario elegir productos que contengan principios activos como ácido hialurónico, aquaxyl, ceramidas,  o manteca de karité que nos permiten mantener una buena humectación. A nivel corporal es ideal utilizar emulsiones o cremas que contengan urea, vitaminas A y E (¡no olvidar los labios!).Por su parte, las pieles con acné también necesitan ser hidratadas con los productos adecuados.

TOMAR AGUA:

¡No nos cansaremos de repetirlo! Consumir al menos 2 litros de agua por día, acompañado de una dieta y un estilo de vida saludable son la Santísima Trinidad del cuidado de la piel.Las cremas, los geles, las leches de limpieza y ningún producto hará magia si no lo aplicas en un cuidado integral de tu cuerpo.

¡EVITAR EL AGUA CALIENTE!

Evitar las duchas con agua muy caliente debido a que éstas tienden a deshidratar aún más la piel. Es mejor el uso de agua tibia con   jabones (syndets) cremosos adaptados al pH de la piel que es levente ácido. ¡Cuidado con la calefacción y cambios bruscos de temperatura!

PROTECCIÓN SOLAR ¡SIEMPRE!

Sí o sí, protección solar: las radiaciones ultravioletas también nos afectan en el invierno, como así también la luz azul proveniente de pantallas y celulares.