El dulce de leche es patrimonio de nuestra cultura y gastronomía. Este alimento que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida, ahora tiene una semana entera para celebrarlo. Así, del 18 al 25 de mayo festejamos la Semana del Dulce de Leche y compartimos algunas curiosidades.

«El dulce de leche nos conecta con nuestra raíces sin importar ideologías, clase social o cuadro de futbol. El cuchareo es una conexión espiritual. El dulce de leche es llevar una parte de la Argentina a todo el mundo. Es sin lugar a duda, el bien mas preciado buscado por todos los argentinos que viven en el exterior y que los conecta con estas latitudes«. Con estas palabras, La Serenísima, marca líder en la elaboración de dulce de leche a nivel nacional, celebra el comienzo de esta semana tan especial.

Beneficios del dulce de leche

Beneficios funcionales:

  • EXPLOSIÓN DE SABOR: es rico, sabroso y mejora todo lo dulce que toca. Un simple bizcochuelo se convierte en una torta “de verdad”.
  • MÚLTIPLES COMBINACIONES: permite dejarse llevar por la creatividad (decorar postres, mezclar con otros ingredientes como crema, manteca, queso neutro, chocolate).
  • POTENCIA SABORES: cuando se le suma como topping a otras preparaciones (budines, helados, chocolate, frutas).
  • FÁCIL DE UTILIZAR: TOUCH DULCE, cuando se tiene ganas de cambiar de sabor después de una comida especiada. Una sola cucharada de DDL satisface la necesidad de dulce.

Beneficios emocionales:

● PURO PLACER: UN MIMO INDULGENTE. Darse un gusto. Un momento para uno.
● UN PEQUEÑO BÁLSAMO COTIDIANO: comer dulce de leche mejora el ánimo.
● Como se suele consumir en cantidades moderadas, NO GENERA TANTA CULPA.
● Evoca recuerdos de la infancia y momentos felices del pasado; pero se actualiza en el presente.

¿CUÁNTO DULCE DE LECHE CONSUMIMOS LOS ARGENTINOS?

Según un informe realizado por La Serenísima, los argentinos consumimos alrededor de 3 kilos de dulce de leche per cápita, por año. Del estudio se desprende también que los momentos preferidos para el consumo son el desayuno y la merienda.

¡El dulce de leche merecía tener su semana! ¿A vos cómo te gusta comerlo?