El centro porteño es escenario de tráfico, peatones y transeúntes con corbata desde las primeras horas de la mañana. El gran polo laboral, al que llegan casi todas las líneas de subterráneos, alberga a cientos de trabajadores que, en esencia, son personas y como tales: se alimentan. Afortunadamente, la oferta gastronómica ha ido creciendo a ritmos vertiginosos y hoy por hoy, un almuerzo saludable en microcentro es realizable.
Sobre la calle Chacabuco, a metros de la histórica Avenida de Mayo, y a pocas cuadras de la Casa Rosada, se encuentra «Lo de Marito», un pequeño local de frente vidriado, decorado con alimentos delineados con pintura de color. El lugar, a diferencia de otros tantos locales gastronómicos que lo rodean, se destaca del montón ya que ofrece platos vegetarianos y saludables al peso (los 100 gramos cuestan $10.50).
Bajo la premisa «Vida Sana / Alimentación Sana», lo de Marito – quien es oriundo de Taiwán, carismático y dueño de un acento 100% porteño-, subió la apuesta con la llegada de la primavera y sumándose al movimiento foodie, que parece haber invadido la ciudad, comenzó a ofrecer además de sus tradicionales almuerzos, desayunos que no solo incluyen el tradicional café con medialunas, sino que apuesta a los jugos verdes y licuados frutales. Especialmente ricos: el de naranja y zanahoria, y el de apio y kiwi.
Para quien no esté preparado para arrancar el día con un shot de vitamianas, puede esperar al almuerzo. Llegado al mediodía, hay muchas opciones para elegir. Al fondo del local se ubica la barra de ensaladas, con amplia variedad de verduras: rúcula con champignones, zanahoria rallada, ensalada caprese, remolacha, lechugas, lentejas, arroz yamaní, entre otras cosas. Para acompañar se puede optar por algún soufflé de vegetales, destacándose los de berenjenas, brócoli, calabaza o milhojas de papa.
Asimismo, ofrecen una amplia gama de tartas y empanadas (hecha con masa integral), y platos calientes: ñoquis del 29, arroz con verduras, salteado de vegetales, guiso de lentejas, ravioles, canelones, milanesas de soja, de berenjena, medallones de verdura y mucho más.
Aunque los locales de comida por peso ya son una clásica postal del mediodía porteño, este oasis de comida saludable en plena vorágine laboral, cotiza alto, y quizás por eso durante la hora pico (alrededor de las 13 hs), la gente hace fila en la calle para llevar su almuerzo. Será porque la felicidad es una cuestión de digestión.
Lo de Marito
Chacabuco 93, CABA.
