Es innegable que en los últimos diez años la gastronomía porteña fue testigo de una expansión sin precedentes. Los comensales modernos tienen un paladar exigente y gustan de platos originales, gourmet y novedosos.

El empresario gastronómico Jorge Szwarcberg parece haber entendido a la perfección dicha premisa y lo demostró con creces tras la fundación de la exitosa cadena Dashi. Esta vez, inspirado en la cocina neoyorquina judía arrancó el nuevo año con una apertura que promete: Schwartz & Berg.

Szwarcberg  fue el primero que incorporó el sushi fuera del ámbito de los restaurantes exclusivamente japoneses. Gracias a su experiencia en la cocina peruana (vivió en Lima muchos años), fue uno de los pioneros en traer la cocina fusión que hoy es furor (el restaurant palermitano Ceviche es otra de sus creaciones).

En este nuevo emprendimiento lo acompaña su sobrino Gabriel, encargado del local, al que ambos dotaron con tecnología moderna y una idea que ahonda en la cocina neoyorquina judía y, en algunos casos, extendiéndose a algunos platos de referencia peruana, como la ensalada Huancayo y el lomo salteado.

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La estrella de la casa es el pastrami, que producen en la planta alta con maquinaria comprada especialmente con ese propósito. Lo ofrecen en varias versiones, como es el caso del Hot Pastrami de 200 gramos, que se sirve caliente con mostaza a la antigua, pepino y salsa relish.

Otro hito es el denominado «Varsovia», que la carta define como opulenta versión del Reuben New York». Son 150 gramos de pastrami en pan de molde casero y huevo. Además, como corresponde y en pleno auge hamburguesero, las elaboran también en el local con carne de primera calidad. La que lleva el nombre del restó, por ejemplo, son 180 gramos de roast beef, con queso, rúcula, tomate, cebolla caramelizada y mostaza.

Además, el infaltable bagel de salmón con queso Philadelphia, aros de cebolla roja y pickles de pepino; otras opciones son el pollo Asian; lomo salteado; vegetales al wok; Falafel con pita, salsa harashi, más picante a pedido. También spring rolls (5 unidades); rabas y fish chips; latkes de papa o russian pancakes.

Aunque los tradicionales bagels y el hot pastrami son producidos por varios locales gastronómicos, a la escena porteña le faltaba un reducto que se especializara directamente en estos platos. Vale la pena probar.

Schwartz & Berg
Fitz Roy 1617, Palermo, CABA