La iniciativa fue impulsada por Emmanuel Macron, presidente de Francia quien sostiene que «la baguette es envidiada en el mundo entero» y debería ser considerada como tesoro mundial de la Unesco.

Primero fue la cerveza belga, luego el kimchi coreano, recientemente la pizza napolitana y ahora, la baguette francesa busca el reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Fue el propio presidente de Francia, Emmanuel Macron quien lanzó la campaña y aseguró que la baguette es parte de «la vida diaria de los franceses, en la mañana, al mediodía y por la noche» y además «ha sido parte de la humanidad desde su origen».

Por su parte, el presidente de la Confédération Nationale de la Boulangerie-Pâtisserie Française (Cnbpf), Dominique Anract, agregó: «Con la Torre Eiffel, la ‘baguette’ es uno de los grandes símbolos franceses. Estoy convencido de que la Unesco aceptará la proposición del presidente de la República».

Macron en una típica Boulangerie francesa.
Ph: EFE