La mayoría de los omnívoros (es decir, los que consumen todo tipo de alimentos) creen que los vegetarianos son un ejemplo de la buena salud, pero no siempre es el caso.

A veces, los vegetarianos tienden a caer en el consumo excesivo de lácteos y harinas, pero las opciones son múltiples y la cantidad de alimentos y la manera de consumirlos es amplia.

Las papas fritas y galletitas dulces son veganas pero no del todo saludables. Entonces, si existe la determinación para sentirse mejor, hay 7 pasos que pueden servir para alcanzar la meta.

1. Comer alimentos frescos
Si bien la rutina diaria, el trabajo, los hijos y otras ocupaciones dejan poco tiempo –y ganas- para cocinar, es importante dejar de consume alimentos que vienen envasados. Una solución podría ser dedicarle un momento al fin de semana para hervir distintos tipos de verduras y legumbres y de este modo poder resolver una comida con tan solo abrir la heladera.

2. Cortar con los alimentos blancos
Los carbohidratos más comunes como los que contiene el pan blanco, el arroz blanco y algunas pastas presenten un elevado índice glucémico, que afecta el azúcar en sangre y hasta genera la falsa impresión de estar hambriento aún después de comerse un plato de fideos. Intentá cambiar alimentos blancos por granos ricos en carbohidratos como harinas integrales, de salvado, y arroz integral. También puede servir incluir alimentos libres de gluten para variar.

3. Limitar el consumo de azucar
El azucar no posee valor nutricional real y contiene un montón de calorías. La mejor opción podría se reemplazar el azucar por jugo de caña o endulzantes naturales como la stevia. Si el gusto por el azúcar sigue predominando, se puede consumir 2 o 3 veces por semana, pero si usted siente que necesita su dosis diaria, traté de innovar con fruitas

4. Comer más alimentos verdes
Lo ideal es que a la hora de sentarse a comer, un cuarto del plato este colmado de verduras y, en lo possible, incluirlas en más de una ocasión. Las más nutritivas son las de hoja verde, y otras como el kale y el coliflor, que sirven como fuente de calcio. Al vapor o salteadas; como acompañamiento o para disfrutar crudas en ensaladas o wraps.

5. Comer más alimentos crudos
Comer 100 por ciento alimentos crudos no es para todos, pero intentar consumir al menos una dosis de esto en formato de ensaladas o barras de cereales aportará la dosis justa de nutrientes.

 

6. Mover el esqueleto
Lo más recomendable es hacer actividad física todos los días. Ya sean 40 minutos de caminata del trabajo a tu casa. Cualquier cosa sirve: andar en bici, correr y hasta salir a bailar al boliche. Además de favorecer el sistema cardiovascular y la silueta, el ejercicio, el ejercicio libera endorfinas que fomentan el querer sentirse bien.

7. Purificarse
Dedicar un tiempo en particular para limpiarse y mejorar los hábitos alimenticios es una buena manera de volver a agarrar el ritmo después de, por ejemplo, fines de semana largos o eventos donde comemos sin medir lo que ingerimos. Tomar la decisión y decidir alejarse de la comida chatarra, aunque sea un par de días, va a hacer efecto rápidamente y una cosa llevará a la otra.